PANTER FORZA
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Responde a todos aquellos traslados entre distintos hospitales y, generalmente, dentro de la misma comunidad autónoma este tipo de traslados se ha incrementado notablemente en las grandes ciudades en los últimos años. Su complejidad y diferencias con el primario, lo hacen realmente interesante y merecedor de nuestra atención. Un reportaje de nuestro colaborador, Cristian Fernández Giner, TES de SUMMA 112 Madrid.

Dentro de los tres tipos de transporte sanitario, solemos reconocer fácilmente el denominado primario o extrahospitalario, que corresponde a aquellos traslados realizados desde el lugar donde se produce la urgencia o emergencia, con todas sus variedades, equipos y dotaciones, hasta el centro médico útil disponible; del que hemos hablado y mucho en anteriores reportajes. También existe el transporte terciario o intrahospitalario, que hace mención a los movimientos de pacientes dentro de los propios hospitales; más interesante de lo que pueda parecer en primera instancia, aunque se aleja de lo que corresponde a nuestra sección. Nos queda, por tanto, el secundario o interhospitalario, que responde a todos aquellos traslados entre distintos hospitales y, generalmente, dentro de la misma Comunidad Autónoma, cuya evolución y progresivo aumento merecen artículo aparte.

¿EN QUÉ CONSISTEN?
Aunque la sanidad de nuestro país goza de niveles realmente aceptables en lo que a calidad asistencial, material y dotación sanitaria se refiere, obviamente no se pueden garantizar todos los recursos y la tecnología necesaria en la totalidad de los puntos poblacionales repartidos por las diferentes regiones de cada Comunidad Autónoma. Por ello, existen múltiples patologías que precisan de traslados a centros de referencia especializados, dotados de equipos médicos adecuados, material tecnológico y recursos acordes con la patología a tratar.

Es innegable que las grandes ciudades gozan del privilegio de contar con unidades asistenciales en gran número y centros hospitalarios de enorme capacidad y recursos; siendo cercana y favorable la posibilidad de recibir atención especializada, sea cual fuere la afectación urgente o emergente, en cuestión de minutos, con una correcta comunicación entre los centros coordinadores y los hospitales receptores.

En los últimos años se han construido un buen número de hospitales periféricos en las grandes urbes, y reformado los de provincias de menor población; pero sin la posibilidad de dotar de grandes estructuras y especialidades por cuestiones meramente económicas y de gestión sanitaria.

Así, en comunidades de gran extensión y población geográfica más repartida, como Castilla y León, Castilla la Mancha, Extremadura,..., los hospitales de las ciudades más pequeñas no pueden dar servicio a importantes patologías, como puedan ser quirúrgicas dependientes de facultativos especializados y electromedicina con recursos de alto coste (cardiacas, neurológicas, pediátricas, grandes quemados…), pruebas diagnóstico de alta tecnología, tratamientos de última generación, etc.; por lo que han de ser trasladados a los hospitales de referencia dentro de su Comunidad Autonómica; ya que cada CCAA gestiona la sanidad de manera independiente. Lo mismo ocurre con muchos de esos hospitales periféricos a los que hacía referencia en ciudades como Madrid, Barcelona o Valencia. Si bien se consigue liberar los grandes hospitales de un número importante de ingresos por urgencia y hospitalización, los traslados interhospitalarios se han multiplicado en los últimos años, siendo una constante en el día a día.

El paciente trasladado queda hospitalizado hasta que su estado de salud o cuidados que precise puedan ser de nuevo cubiertos en su hospital de origen. En muchas de estas ocasiones se trata de traslados de ida y vuelta. El paciente se somete a la cirugía correspondiente, prueba diagnóstico, tratamiento, etc. y, una vez ha concluido, es de nuevo trasladado a su hospital de referencia.

Las patologías que se llevan la palma, como pude comprobar en primera persona cuando participé en el estudio y posterior publicación del Póster de Caracterización de Traslado Interhospitalario Medicalizado en la Provincia de Segovia. IX Congreso SEMES Castilla y León en el año 2009, y comparado con estudios relacionados recientes, sin que se muestren grandes diferencias, son los de patología cardiaca, con el 50,1% de los traslados, seguidos por los de origen neurológico con un 19,4 %. El resto se reparte entre pacientes traumáticos, vasculares, pediátricos y, en la mayoría de las ocasiones, son derivados de unidades de cuidados intensivos o de urgencias.

Otra particularidad de los traslados secundarios, independientemente del soporte solicitado, es que pueden ser diferidos; es decir, traslados programados. Pacientes citados en hospitales de referencia a una hora determinada para una intervención, prueba diagnóstico, ingreso en unidad especializada, etc., cuyo traslado se gestiona con uno o varios días de antelación.

ACTIVACIÓN Y GESTIÓN
Cuando un paciente, tras la valoración inicial, ya sea porque haya ingresado vía urgencia/emergencia extrahospitalaria, o porque se haya complicado en el propio hospital, requiera o precise unidades o equipos especializados fuera de su alcance, solicitará un traslado interhospitalario donde puedan dar respuesta a las necesidades del paciente. Desde el centro coordinador se realizaran las gestiones oportunas con los hospitales que dispongan de camas vacantes y personal operativo.

Del mismo modo, en el momento en el que el paciente pueda regresar a su hospital de referencia, se solicitará de nuevo el traslado; aunque en estas ocasiones, el paciente suele hallarse estable y su traslado no es urgente y, en muchas ocasiones, tampoco imprescindible que un Soporte Vital Avanzado (SVA) se haga cargo del mismo.

No es extraño, aunque lo pueda parecer, que haya traslados que se soliciten desde las plantas de hospitalización en unidades de SVA; asunto en el que aún difieren personal médico responsable de los pacientes hospitalizados y los facultativos de las unidades asistenciales que acuden a realizar estos traslados.

Ocasionalmente, y en casos de urgencia o emergencia, y por tanto, sin posibilidad de demora, se realizan traslados intercomunitarios a ciudades cercanas por falta de medios o colapso de las disponibles en la Comunidad Autónoma correspondiente. Con autorización de la Gerencia Sanitaria y acuerdos con los centros receptores, es la empresa concesionaria o la entidad pública, si procede, de origen del paciente, la que tiene la obligación de organizar el traslado y gestionar el retorno, tanto en el mismo día, si se diera el caso, como tras la hospitalización y su vuelta al hospital de referencia.

Todas las Comunidades Autónomas disponen en su ámbito de un centro coordinador ligado al 061 que, si bien se integra con el teléfono de emergencias 112, mayoritariamente mantiene una estructura organizativa y de gestión propias.

Según el anexo IV del Real Decreto 1030/2006, de 15 de septiembre, la coordinación de los diferentes intervinientes en la atención de urgencia se realizará, a través de los teléfonos 112, 061 u otros, por los centros coordinadores de urgencias y emergencias sanitarias, que garantizarán, las 24 horas, la accesibilidad y la coordinación de los recursos disponibles para este tipo de atención.

ESPECIFICACIONES
Desde que se solicita un transporte secundario hasta que se gestiona, se realiza la transferencia del paciente del hospital de origen al soporte correspondiente, se traslada al hospital receptor, y este se hace cargo del mismo, nos encontramos con tiempos que nada tienen que ver con los traslados primarios o extrahospitalarios. Por tanto, se ha de tener en cuenta qué recurso es el apropiado, comunicar al equipo que traslada el estado del paciente y electromedicina que necesita, así como cuidados de enfermería y posibles complicaciones durante el traslado; todo en pos de acortar los tiempos de respuesta en la medida de lo posible.

Que el paciente se encuentre en un hospital, no exime de gravedad su estado, y hay traslados verdaderamente complejos subsidiarios de una pronta atención especializada. Entre hospitales de grandes ciudades hablamos de tiempos que pueden variar entre una y tres horas, según estado y necesidades del paciente; pero entre hospitales de ciudades más alejadas, en CCAA de gran extensión, estos tiempos pueden superar durante todo el proceso las cinco horas, contando con que el equipo de traslado ha de regresar a su punto de origen cubriendo distancias que pueden rebasar los doscientos kilómetros.
Hago hincapié en la búsqueda del recurso adecuado, por la inoperatividad de estos dispositivos durante un periodo de tiempo sin determinar, siempre más del deseado; por esto se ha de ajustar a las necesidades reales.

TIPOS DE RECURSO
A la hora de elegir el dispositivo de traslado necesario, cuando el paciente estable no precise medicación ni supervisión directa de un facultativo, la opción correspondería a una unidad de SVB con dos TES; incluyendo un/a DUE, cuando estando estable el paciente precise supervisión y manejo de medicación, electromedicina o cuidados propios de enfermería. Será una unidad de SVA que incluya médico, cuando el paciente crítico se encuentre inestable o el facultativo del centro solicitante a cargo del paciente justifique la presencia del mismo. En menor medida entran en escena los recursos aerotransportados HEMS, ya sea por imposibilidad de encontrar un recurso avanzado terrestre disponible o porque la distancia y geografía del terreno así lo recomiende; y siempre con las limitaciones que puedan presentar estos dispositivos aéreos: partos inminentes, grandes obesos, etc.

VEHÍCULOS
En comunidades donde la unidad de SVA es exclusiva y destinada únicamente al transporte interhospitalario, es más común que estos vehículos se carrocen específicamente con modelos largos y extralargos con techo elevado y sobreelevado. El habitáculo se dota de bancadas neumáticas o eléctricas. Se incrementan las conexiones de corriente de 12v y 220v, tomas de oxígeno y aire medicinal para traslados pediátricos; pudiendo incluir camilla especial para soportar y anclar la incubadora cuando sea preciso. Otra opción para estos casos, son los modelos con caja americana; que pueden suponer un acierto, aunque no es ni mucho menos la opción más extendida en nuestro país. No obstante, hay CCAA que llevan años apostando por este tipo de carrozado para sus unidades de SVA, incluyendo las de traslado interhospitalario. También eligen estos formatos diferentes Ayuntamientos para sus recursos dentro de los dispositivos de Protección Civil.

En Comunidades Autónomas con mucha población, como pueda ser la de Madrid, cuando se solicita un traslado de este tipo en una unidad de SVB o SVA, se hace cargo la que se encuentre disponible y más cercana al hospital de origen; aunque en los últimos años se está trabajando para mejorar la selección del tipo de soporte necesario y se han creado nuevos dispositivos de SVA sin médico para el paciente que precise únicamente cuidados propios de enfermería.

En lo que se refiere a los TES, la conducción se ha de ajustar a la patología del paciente y a las condiciones de la carretera, sin olvidar que el personal sanitario que viaja en el habitáculo lo puede hacer incorporado. Los conocimientos del TES sobre manejo de la electromedicina, anclajes, conexiones, tomas de oxígeno, incubadora, material de movilización e inmovilización, etc., son imprescindibles para el buen desarrollo y ejecución de los traslados.

La opción de escolta policial se usa en mayor medida en los traslados secundarios pediátricos o neonatales, cuando es fundamental evitar las detenciones y maniobras bruscas; en aproximaciones a grandes ciudades o cuando el tráfico en horas de gran afluencia puedan bloquear el dispositivo.

Para largas distancias, grandes marcas involucradas desde hace años con el transporte sanitario ofrecen múltiples opciones, como el modelo DAILY de IVECO, con 2100mm de altura máxima y 19,6 m³ de volumen de carga útil en su opción L3H3. Consiguiendo en su versión extralarga 5125mm de longitud en la zona de carga. MERCEDES, y su modelo SPRINTER, compite y garantiza 2243mm de altura máxima y 17m³ de volumen de carga. En la opción de tracción delantera consigue un borde de carga más bajo en comparación con los vehículos de propulsión o tracción trasera. La furgoneta FORD TRANSIT añade largo al suelo del habitáculo alcanzando 4,21 m de longitud utilizable en su modelo JUMBO L4H3 y 15,1m³ de volumen de carga.

Todas ellas con la posibilidad de combinar motores y potencias con cambios manuales o automáticos y tracción inteligente 4x4. Sin olvidarnos de los modelos más comprometidos con el medio ambiente; una opción cada vez más sugerente en favor de la apuesta actual por la necesidad de eliminar los combustibles fósiles y fomentar los vehículos híbridos y eléctricos.

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