El informe “Incendios forestales y restauración de zonas quemadas. Prevención, extinción y gestión posterior en España” refleja que, en España, se da una inversión económica considerablemente superior a la segunda actividad.

La Oficina de Ciencia y Tecnología del Congreso de los Diputados ha publicado el informe “Incendios forestales y restauración de zonas quemadas. Prevención, extinción y gestión posterior en España”. Este refleja, como una de sus principales conclusiones, el hecho de que en nuestro país existe un importante desequilibrio entre la prevención y la extinción, con una inversión económica considerablemente superior a la segunda actividad. Más allá de contar con imponentes camiones y autoescalas para mitigar el fuego, sobra decir que, potenciando la prevención de incendios, seríamos capaces de salvar numerosas vidas, proteger los medios naturales únicos propios de nuestro ecosistema, aseguraríamos los bienes materiales y cuidaríamos más y mejor de los profesionales de los servicios de emergencia.

El informe muestra que se observa un aumento significativo constante de la superficie quemada por grandes incendios forestales, lo que pone en peligro a las personas, infraestructuras, y genera importantes daños económicos. Esta situación debería hacer que las instituciones se replantearan su ímpetu sobre los numerosos esfuerzos dedicados a la extinción y una menor cantidad de recursos destinados a la prevención y mitigación.

Como contraparte, es necesario destacar propuestas como las de la Universidad de Vigo encabezando FIREPOCTEP+, una labor dedicada a identificar áreas claves en la prevención de grandes incendios en las zonas fronterizas entre Portugal y España.

Encomiables son también los proyectos puestos en marcha para proteger a la población vulnerable como las iniciativas pioneras del Consorcio de Bomberos de Cádiz y el Cuerpo de Bomberos de Valencia, que contempla la instalación de detectores de humo en los hogares de personas de avanzada edad o movilidad reducida.

Ahora que nuevas tecnologías como la Inteligencia Artificial nos inundan, empleémoslas para garantizar nuestra seguridad.