PANTER FORZA
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Tres meses después de que comenzara el incendio más grave de este 2023 a nivel nacional, el ejecutivo tinerfeño pone fin a un siniestro que ha arrasado con 12.000 hectáreas.

Ayer 13 de noviembre, el Cabildo de Tenerife finalmente daba por extinguido el incendio forestal que inició en la isla el 15 de agosto y que ha dañado 12.000 hectáreas del terreno insular. Pese a no haber fuego activo, el Ejecutivo tinerfeño mantiene una serie de restricciones en las zonas afectadas ante el riesgo de caídas de árboles y desprendimientos.

Rosa Dávila, presidenta del Cabildo, ha señalado que "es la mejor noticia que podamos dar y aprovecho para, una vez más, agradecer el trabajo de todas las personas y entidades que han participado en las labores de extinción. Queda mucho trabajo por delante para recuperar nuestros montes, pero por fin podemos dar por extinguido el incendio que nos ha tenido en vilo desde mediados de agosto".

Igualmente, la presidenta explicaba la situación actual: "a pesar de que el incendio se haya dado por extinguido, eso no significa que se pueda acceder libremente a las zonas afectadas porque hay riesgo de desprendimientos y de caídas de árboles. Además, el suelo también ha sufrido los efectos del fuego y se pueden producir hundimientos, por lo que pedimos a la población que extreme las precauciones a la hora de ir al monte".

Con la extinción del fuego, el Cabildo de Tenerife también ha procedido a la desactivación del Plan Territorial Insular de Emergencias (PEIN), que es la principal herramienta con la que cuenta la institución para afrontar situaciones extraordinarias de emergencia que impliquen grave riesgo colectivo.

El incendio forestal de Tenerife dio comienzo en el monte de Arafo y se convirtió en el incendio más devastador de las últimas cuatro décadas en el archipiélago canario. Por su agresividad y ferocidad, las autoridades isleñas lo declararon fuego de sexta generación, clasificación que corresponde a aquellos que son capaces de crear a su alrededor una meteorología propia. Se caracterizan por ser incendios de una gran rapidez, llegando a abatir 4.000 hectáreas en una sola hora. Esto supone entre seis y 12 veces la velocidad de un fuego común. Además, las nubes que generan son capaces de formar otros focos.

Por otro lado, el incendio es el que ha causado un mayor impacto a nivel nacional en este 2023. En las dos primeras jornadas el fuego se propagaba con agilidad y, lamentablemente, el viento y un clima particularmente seco favorecían a su expansión, lo que provocó que 11 de los 31 municipios de la isla fueran desalojados de sus hogares: Arafo, Candelaria, Güímar, El Rosario, El Sauzal, La Matanza, La Orotava, La Victoria, Los Realejos, Santa Úrsula y Tacoronte.

Imagen cedida por el Cabildo de Tenerife.

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