Los simulacros son una herramienta esencial para la adquisición de buenas prácticas a la hora de intervenir en situaciones de emergencia reales. Su objetivo es comprobar la respuesta del personal y del entorno ante posibles incidentes.

Los simulacros son ensayos o ejercicios de adiestramiento que tienen como finalidad la verificación y comprobación de la respuesta de las instalaciones y del personal, así como la suficiencia e idoneidad de los recursos activados ante una situación de emergencia, según la Norma Básica de Autoprotección. Aunque esta norma ha sido derogada por la disposición derogatoria única 2. d) del Real Decreto 524/2023, de 20 de junio, por el que se aprueba la Norma Básica de Protección Civil. No obstante, la Norma Básica continuará aplicándose hasta que sea aprobado el nuevo instrumento de planificación que la sustituya, según establece el apartado 3 de la citada disposición.

Estos ensayos constituyen una herramienta para la adquisición de buenas prácticas en situaciones de emergencia, pero requiere de la participación de todas las personas que forman parte de la actividad empresarial. Estos ejercicios deben ser entrenados y, además, pueden implicar la colaboración de medios externos como pudieran ser los SPEIS, Policía Local, Guardia Civil, personal sanitario, etc.

La asistencia del Cuerpo de Bomberos a simulacros de evacuación tiene como finalidad el conocer cómo afronta la organización una situación de alarma en sus instalaciones y qué primeras acciones se llevan a cabo para garantizar la seguridad de todos sus ocupantes.
 
La accesibilidad de los vehículos de emergencia a las instalaciones. Es importante verificar si los accesos están adaptados tanto en anchura, como altura y su capacidad portante, para la ubicación de nuestros vehículos de extinción y sobre todo la accesibilidad de los vehículos de rescate aéreo a las fachadas.

Puntos de reunión. Son espacios ubicados y señalizados en zonas exteriores seguras y alejadas de la zona de riesgo para que, cuando se active la señal de alarma, por una emergencia, el personal evacuado se sitúe en estos puntos para su seguridad. Es importante que este punto de reunión no coincida con el punto de encuentro de los servicios de emergencia.

Punto de encuentro. Es el lugar donde el jefe de Emergencia realiza la recepción del servicio de extinción y trasmite la información relevante del incidente y hace entrega del plan de autoprotección al responsable de bomberos.

El jefe de Emergencia. Es la persona designada por la empresa y que asume la toma de decisiones además de la coordinación de los jefes de intervención (JI) participantes en el simulacro. 

Plan de autoprotección. Este marco orgánico y funcional para una actividad, centro o establecimiento, con el objeto de prevenir y controlar los riesgos sobre las personas y los bienes y dar respuesta adecuada a las posibles situaciones de emergencias, en la zona bajo responsabilidad del titular. Se estructura en:
CAPÍTULO 1. Identificación de los titulares y del emplazamiento de la actividad.
CAPÍTULO 2. Descripción de la actividad y del medio físico en el que se desarrolla.
CAPÍTULO 3. Inventario, análisis y evaluación de riesgos.
CAPÍTULO 4. Inventario y descripción de las medidas y medios de autoprotección.
CAPÍTULO 5. Programa de mantenimiento de instalaciones.
CAPÍTULO 6. Plan de actuación en emergencias
CAPÍTULO 7. Integración del plan de autoprotección en otros de ámbito superior.
CAPÍTULO 8. Implantación del Plan de Autoprotección.
CAPÍTULO 9. Mantenimiento de la eficacia y actualización del Plan de Autoprotección.
ANEXO I. Directorio de comunicación.
ANEXO II. Formularios para la gestión de emergencias.
ANEXO III. Planos.

Plan de actuación en emergencias. Es el documento perteneciente al plan de autoprotección (capítulo 6) en el que se prevé la organización de la respuesta ante situaciones de emergencias clasificadas, las medidas de protección e intervención a adoptar, y los procedimientos y secuencia de actuación para dar respuesta a las posibles emergencias.

Zona de refugio. Zona de confinamiento con superficie suficiente para el número de plazas que sean exigibles, de dimensiones 1,2 x 0,8 m para usuarios de sillas de ruedas o de 0,8 x 0,6 m para personas con otro tipo de movilidad reducida.

Zonas de riesgo especial.  Son aquellos espacios que, dependiendo del uso y la actividad de la edificación, presentan un elevado riesgo de incendio, y suelen estar normalmente ubicados bajo rasante, como pueden ser almacenes, depósitos de combustibles, centros de trasformación, cuartos de calderas, etc.

Instalaciones de Protección Contra Incendios (I.P.C.I.). Debido a la importancia que tienen estos sistemas de protección, en caso de incendio, es recomendable, que una vez ha finalizado el simulacro, bomberos verifique el estado de las I.P.C.I.

• Sistemas de detección y alama de incendios.
• Hidrantes exteriores.
• Extintores.
• Bocas de Incendio Equipadas.
• Columna seca.
• Sistemas fijos de extinción.

Una vez que bomberos ha finalizado la visita de familiarización de las instalaciones, normalmente se realiza una reunión con los observadores, jefes de intervención, jefe de emergencia, técnicos de prevención y todos los responsables de los servicios de emergencias asistentes al simulacro (policía, sanitarios, bomberos, etc.), para evaluar el ejercicio y establecer las primeras conclusiones. Recomendando o proponiendo mejoras, en caso de que fueran necesarias.

Como vemos, la realización de los simulacros nos permite prepararnos ante cualquier tipo de emergencia real que pudiera presentarse en el futuro. Han de servir para la comprobación de la eficacia de la organización ante una emergencia, la capacitación del personal adscrito a la organización de respuesta, la suficiencia e idoneidad de los medios y recursos asignados y, por último, como entrenamiento de todo el personal de la actividad. También para introducir mejoras en los procedimientos o instalaciones que solo pueden detectarse si realizamos este tipo de ensayos.

Redacción e imágenes: Enrique Álvarez, suboficial bomberos Madrid.