PANTER FORZA
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En caso de incendio, estas galerías presentan un riesgo específico y diferenciado para los cuerpos de bomberos.

A medida que la población aumenta, también se incrementan los servicios e infraestructuras propias de una gran metrópoli. El uso por parte de algunos ayuntamientos de construcciones urbanas visitables que discurren por el subsuelo de las ciudades y que permiten llevar los servicios públicos a las diferentes zonas del municipio, facilita y economiza las operaciones de nueva instalación, así como un mantenimiento preventivo y correctivo de estos servicios urbanos.  Además de estas estas ventajas, se evita la ejecución de zanjas en vía pública, los ruidos y residuos de las obras, que tantas molestias generan a la ciudadanía.

Aunque son muchos los beneficios del uso de las galerías de servicios frente al soterramiento de las instalaciones, en caso de incendio o cualquier otro incidente, suponen un gran riesgo para los equipos de intervención de bomberos. En este reportaje comentaremos las características y principales riesgos existentes en este tipo de infraestructuras.

Actualmente, la tipología de galerías de servicios es muy amplía, y sus criterios de clasificación entre las cuidades, muy heterogéneos, por lo que resulta casi imposible establecer un modelo definido. Suelen estar situadas a poca profundidad del pavimento de la calle, para poder facilitar el acceso de los materiales y los trabajos de conservación. Normalmente están situadas por encima de la red de saneamiento para verter mediante sumideros aquellas aguas procedentes de filtraciones, desagües o roturas eventuales que en ellas se produzcan. 

Según la importancia de la calzada donde estén situadas y el número de servicios instalados, podemos encontrar, galerías de servicio principales, de mayor tamaño que constituyen la red principal de distribución de las diferentes instalaciones, y las secundarias, de menor tamaño que permiten que las acometidas de los diferentes servicios lleguen a cada una de las edificaciones.

Por norma general las conducciones de gas no se instalan en el interior de las galerías por el peligro de explosión que conlleva, al mezclarse con el aire de la galería, siendo recomendable su enteramiento en zanja. El servicio de saneamiento tampoco se suele incluir en estas infraestructuras, ya que, exigen unas pendientes determinadas y difieren de las pendientes de los viales, lo que obligaba a ir a grandes profundidades.

Las conducciones que normalmente discurren por estas galerías de servicios son:
Instalaciones de agua, normalmente de gran sección que se disponen en la parte baja, sobre la solera, caballetes o anclados a las paredes laterales. Con relativa frecuencia existen tuberías de agua que cruzan transversalmente las galerías, dificultando el tránsito de los operarios. En caso de rotura de estas conducciones, debido a la gran sección de algunas de ellas, pueden inundar en segundos las galerías con el riesgo que supone para los equipos que se encuentren en el interior.

Las redes eléctricas de baja y alta tensión discurren en bandejas o perchas ancladas a las paredes laterales y por la clave de la galería. Aunque las conducciones actuales son de alta seguridad, no propagadores de llama y resistentes al fuego, también nos podemos encontrar con algunos cables de alta tensión refrigerados por aceite.

Comunicaciones, fibra óptica y redes propias de la galería, colocadas en las paredes, utilizando sistemas de perchas metálicas. Son muy importantes las instalaciones propias de la galería como el alumbrado (normal y de emergencia), detección de humos y gases (CO, O2, SH2, CH4…), detección volumétrica de intrusos, cámaras de televigilancia y extintores de incendios.

Ante la posibilidad de incidencias, intrusión o acciones intencionadas que causen daños en las redes, la seguridad y vigilancia de las galerías de servicio las realiza el centro de control, que se encarga de la supervisión y telecontrol de las instalaciones las 24 horas los 365 días del año. Llevando un registro actualizado de los trabajos que se realizan, localización, y número de trabajadores en el interior.

Las intervenciones de bomberos, aunque no muy frecuentes, se producen por el incendio en el cableado eléctrico, que debido a las limitadas condiciones de ventilación y a las corrientes naturales de aire generadas en el interior, el incendio puede propagarse con mucha rapidez.   Que unido a la dificultad del avance por las altas temperaturas, a las dimensiones reducidas, la falta de visibilidad, y la disposición de servicios, hace que los trabajos de extinción resulten muy agotadores y peligrosos, requiriendo  relevos frecuentes de las dotaciones actuantes. Además, se puede dar la circunstancia, que los humos y gases del incendio se filtren a edificaciones cercanas a través de las acometidas realizadas con conductos pasamuros que no garantizan la estanqueidad.

Aunque las galerías de servicio están referenciadas con cotas métricas, nombres de la calles y números de las fincas a la que acometen. En caso de incendio, debido a las limitadas condiciones de visibilidad, los equipos de intervención pueden tener problemas de orientación, que, unido a la dificultad de realizar comunicaciones con el exterior por medio de las emisoras portátiles, puede agravar la intervención.

Como hemos comentado, las galerías de servicio en caso de incendio presentan un riesgo específico y diferenciado para los cuerpos de bomberos, debido: a las características constructivas, la naturaleza de las instalaciones albergadas, el nivel de peligro y complejidad de la intervención.  Acciones formativas, visitas de familiarización a este tipo de instalaciones se hacen necesarias. Además de un plan de intervención interno específico y protocolos de actuación conjunta con otros servicios implicados (centro de control, empresas conservadoras, compañías eléctricas, etc.)  que garantice que este tipo de actuaciones se desarrollen con total seguridad y eficiencia.

Redacción: Enrique Álvarez, suboficial bomberos Madrid.

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