El texto, realizado en colaboración con entidades, asociaciones y expertos, contempla la coordinación y actuación de los servicios de emergencia ante siniestros de diferente gravedad.

La Fiscalía de Seguridad Vial ha impulsado la redacción de una Guía de Buenas Prácticas para la atención inmediata de las víctimas en siniestros viales en colaboración con Administraciones, asociaciones de víctimas, colegios profesionales, servicios sanitarios de emergencia y policías de tráfico con el objetivo de mejorar la eficiencia y calidad en las actuaciones de rescate, particularmente las asistencias de heridos graves. Del mismo modo, contempla que se respeten sus derechos. Para conseguirlo es necesaria la coordinación de los diferentes servicios de emergencia.

Luis del Río, Fiscal Coordinador de la Unidad de Seguridad Vial de la Fiscalía General del Estado, presentaba el documento junto a Álvaro Gómez, Director del Observatorio Nacional de Seguridad Vial de la Dirección General de Tráfico; Estíbaliz Olabarri, Directora de Tráfico del Gobierno Vasco; Anna Pintó, Subdirectora de Seguridad Vial de la Generalitat de Cataluña y Francisco Javier Ojer, Director del Servicio de Desarrollo de Políticas de Seguridad de la Comunidad Foral de Navarra.

Luis del Río explicaba en su intervención que “se trata de dar un salto de calidad en la coordinación de los diferentes servicios que intervienen tras un siniestro vial”. El Fiscal ha destacaba la profesionalidad y el mérito que tienen las personas que intervienen en estos y, por ello, la Fiscalía ha querido contar con su experiencia para elaborar esta guía, pues afirman que su prioridad es salvar vidas.

A la presentación de la Guía han asistido representantes de diversas asociaciones de víctimas de tráfico.

Coordinación de bomberos, cuerpos policiales y servicios de emergencias
El texto recoge las indicaciones y criterios para la correcta coordinación de las actuaciones de los cuerpos policiales, servicios de bomberos y de emergencias sanitarias en los primeros momentos del siniestro. Igualmente especifica las reglas de coordinación y la consolidación de las buenas praxis de actuación en los siniestros.

La Guía detalla cómo intervenir una vez producido el siniestro para garantizar la atención médica y el rescate de las víctimas, y, entre otras indicaciones, cómo estacionar los vehículos de emergencias en lugares que eviten nuevos peligros. De esta forma, en cada momento del rescate, hay un servicio dominante sobre el que recae el peso de la intervención y al que los demás servicios deberán prestar apoyo. En accidentes graves, la policía judicial es el servicio dominante, por lo que en el lugar de los hechos se procurará no alterar la escena hasta que no llegue la comisión judicial.

De este modo, se establecen diferentes momentos y situaciones en los que los responsables de los servicios deberán estar coordinados:
•    La intervención en la zona del accidente.
•    La intervención en el perímetro exterior y el área de influencia de la zona del accidente.
•    La activación de los servicios.
•    Primeras medidas: seguridad interna y externa provisionales.
•    Establecimiento del puesto de mando conjunto.
•    Ejecución del plan de actuación coordinado.
•    Atención a víctimas.
•    Intervención de servicios complementarios.
•    Compilación de datos y elaboración de informes.
•    Atención psicológica a los rescatadores.

Elaboración
La Guía es el resultado de un trabajo conjunto, coordinado en sus comienzos por la Fiscalía de Seguridad Vial en Andalucía y extendido a todo el territorio nacional.

En su elaboración han participado distintas Administraciones, organizaciones como la Asociación de Sanitarios de Bomberos de España y colegios profesionales, servicios sanitarios de emergencia y policías de tráfico, cuyos representantes han participado en el acto de presentación.

Imagen: Ministerio Fiscal.