PANTER FORZA
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Entrevista a Guillermo Mir, responsable del departamento de logística del Instituto Balear de la Naturaleza. El Ibanat es un organismo público dependiente de la Conselleria de Medi Ambient del Govern de les Illes Balers cuyos objetivos están relacionados con todos los aspectos del medio ambiente natural en todas las Islas Baleares.

Guillermo Mir es el actual responsable del departamento de logística del IBANAT, su trayectoria profesional ha estado prácticamente en su totalidad ligada a este organismo. Un organismo cuyo origen se remonta a 1985, momento en que se recibieron las transferencias de agricultura y medio ambiente a las CCAA, y que por tanto se asumió el papel de las entonces brigadas del ICONA. “He participado en el desarrollo de todos los procesos de gestión administrativo-técnica, pero sobre todo en el desarrollo técnico de un sector que prácticamente era inexistente en los años 80, y en el cual, se ha desarrollado desde maquinaria muy específica (por ejemplo, yo probé la primera desbrozadora que llegó a Mallorca) o introduje el casco forestal termo resistente (creo que fuimos el primer servicio en España en usarlo), por tanto, mi trayectoria profesional básicamente ha ido paralela al desarrollo de este sector. Por supuesto en vehículos de todo tipo y maquinaria pesada también”, destaca Mir. Su trabajo es estar al día o incluso adelantarse a los medios técnicos, proponer novedades, y llevarlo todo al terreno de la mejora en la seguridad y en la operatividad con la premisa siempre de que el dinero es de todos y su administración debe ser cautelosa y transparente.

¿Qué es el Instituto balear de la Natura?
El IBANAT es un organismo público dependiente de la Conselleria de Medi Ambient del Govern de les Illes Balers cuyos objetivos están relacionados con todos los aspectos del medio ambiente natural en todas las Islas Baleares. Se trabaja en muchos ámbitos tales como Parques Naturales y Parque Nacional del Archipiélago de Cabrera, recuperación de masas forestales en fincas públicas del Govern, sanidad forestal, educación ambiental y red de sensibilización tanto dirigida a escuelas como a adultos, especies protegidas, red de refugios y de áreas recreativas, y por supuesto en prevención y extinción de incendios forestales.

¿En qué consiste su labor dentro del IBANAT?
Soy responsable del Departamento de Logística, con la misión de gestionar los equipos necesarios para el desarrollo de su labor en todas las áreas de actuación del Instituto. El Departamento de Logística es responsable de la flota de vehículos y de maquinaria, de suministro de EPI y de uniformidad, de cuantas herramientas manuales y mecánicas son necesarias para el desarrollo del trabajo, y del suministro de materiales comunes para llevar a cabo las tareas en general.

El Departamento integra la plantilla de conductores, ya que se trata de personal que actúa indistintamente en cualquiera de los ámbitos objetivo del Ibanat y no está asignado a los departamentos finalistas. Se dispone de un equipo de mecánicos y talleres para el mantenimiento y reparación de vehículos, maquinaria y herramientas diversas como motosierras y desbrozadoras. Y por supuesto el equipo técnico y administrativo para llevar a cabo toda esta gestión.

¿Cuántas personas componen el dispositivo contra incendios del IBANAT? ¿De quién dependen?
Aproximadamente, repartidos entre todas las islas son unas 350 personas. En función del nivel del incendio, la dependencia es casi siempre directa de la Dirección General de Medio Ambiente. El Ibanat actúa por despacho automático frente a un aviso y mayoritariamente en coordinación con los Agentes de Medio Ambiente y los Técnicos de la Dirección General, casi siempre como principal y único actor. En incendios de cierta envergadura se cuenta con el apoyo de otros servicios como puedan ser los bomberos de los Consells Insulares, de Protección Civil, etc. 

¿Cómo es la flota de vehículos de IBANAT?
Al actuar en frentes tan diversos, la flota es muy también variada y bastante compleja. En primer lugar hay una gran diversidad de vehículos ligeros, cerca de un centenar, entre vehículos de brigada tipo Land Rover o similares, furgonetas, TT para los servicios  técnicos, pick ups con diferentes formatos, etc. Por otra parte hay una flota de tractores agrícolas o forestalizados, retroexcavadoras, y diversidad de equipos para eliminación de residuos, etc. 

Refiriéndonos a los incendios forestales disponemos de una flota de 10 autobombas forestales pesadas, de carga entre 3 y 4 mil litros,  y 3 rurales que suelen actuar como nodrizas.

¿Tienen los vehículos en renting o propiedad? En el primer caso, ¿con quién suelen hacer las operaciones de renting?
Hasta la fecha se ha trabajado siempre por compra directa mediante concurso público. No se descarta a medio plazo tomar opciones como el renting.

Más allá de tipologías… ¿qué características deben cumplir los vehículos autobomba que hay en su parque?
Desde hace ya varios años estamos trabajando con la exigencia de cumplimiento de la EN1846-3, es decir autobombas que cumplan la mayor exigencia en características todo-terreno. Por otra parte se ha estado buscando la máxima capacidad de agua y una dotación especialmente completa en cuanto a mangueras para poder desarrollar tendidos de mucha longitud.  Las condiciones orográficas y de accesibilidad  en nuestro territorio,  creo que extensible a  la cuenca mediterránea en general, obligan a trabajar sobre vehículos extremadamente compactos, lo que genera ciertos sacrificios en otras capacidades, por tanto es muy importante un desarrollo muy personalizado para cada vehículo.  En todo caso las estrategias seguidas hasta ahora, están siendo condicionadas por la oferta comercial. Es posible que en un futuro próximo se interpreten los vehículos autobomba forestal bajo una perspectiva de máxima capacidad de penetración en el monte, sacrificio en el transporte de agua, y dotaciones muy calibradas a las necesidades inmediatas. El agua debe ser suficiente para afrontar el ataque el tiempo de respuesta de otros medios de apoyo. Las dotaciones deben concebirse también bajo la perspectiva de que los elementos no esenciales para un primer ataque pueden también llegar por medios de apoyo. La cuestión es conseguir que estos vehículos lleguen lo más rápidamente posible a los puntos de óptima operatividad, superando las dificultades de acceso y disponiendo de los medios necesarios para un primer ataque seguro. 

¿Cómo ve el futuro de este tipo de vehículos?
Creo que el futuro nos ha de llevar al desarrollo de chasis específicos para estas condiciones, con buena capacidad de carga y dimensiones muy reducidas. En la actualidad no existen en las grandes marcas vehículos estrechos (de 2.20 a 2,30) con capacidad de carga por encima de las 14 Tm.  Creo que es muy importante establecer sinergias entre servicios usuarios, carroceros y fabricantes de vehículos para optimizar el resultado. La particular orografía de determinadas zonas, asociadas en nuestro caso al hecho insular que aleja considerablemente la disponibilidad de los servicios técnicos, nos inclina a buscar marcas más o menos habituales en el mercado (que sí disponen de servicio técnico).

Creo que a medida que avanza la profesionalización de los servicios contra incendios forestales, se debe ir en paralelo con los medios. Hasta no hace demasiado tiempo se ha trabajado en servicios como el nuestro sobre vehículos en los que se perseguía una cierta polivalencia. Pienso que el futuro debe orientarse hacia una especialización de funciones de los vehículos, acompañada de una inversión adecuada. No obstante te hablo como opinión personal, ya que esto depende de las estrategias a seguir por cada operativo de extinción.

Por otro lado, creo que hay un gran campo de trabajo y desarrollo. Pienso que las ideas que todos tenemos deben ponerse en común, deben ser discutidas técnicamente con la aportación de los usuarios, los carroceros y los fabricantes de vehículos.  Hay dos grandes campos abiertos ahora mismo: la mejora operativa, que en parte va a depender de estrategias de cada servicio, y la mejora en medidas de seguridad.

Se me ocurren ejemplos en todos los terrenos. Por poner alguno, la relación entre medios terrestres y medios aéreos, creo que una profundización en esta relación puede definir las estrategias a seguir tanto en operatividad como en seguridad. En la mejora de la operatividad  nos podemos preguntar por ejemplo si es posible desarrollar una autobomba susceptible de ser alimentada desde un helicóptero, o por ejemplo en el terreno de la seguridad, preguntarnos por qué no se dispone de un “botón SOS” que active un protocolo de redireccionamiento  de un medio aéreo de manera automática hacia un equipo de tierra en riesgo de atrapamiento, que a la vez esté emitiendo directamente su posicionamiento y una señal de alta visibilidad en el vehículo tal como una luz estroboscópica de alto alcance.  Podría hablarte de muchas ideas relacionadas con otras cuestiones que sin duda tenemos los técnicos y cuyo desarrollo debería hacerse contando con todos los agentes que intervienen en el diseño de vehículos. No creo que ayude a progresar que estemos haciendo pliegos técnicos muy estandarizados, un poco por el reparo de introducir avances poco discutidos o poco probados, o incluso sin garantías de resultar efectivos. Creo que las grandes marcas deben participar en la evolución contando con los técnicos usuarios.

Según tengo entendido, desde el Departamento elaboraron los trajes de intervención, ¿Qué características tienen esos trajes? ¿No había ninguno en el mercado que se adaptara a las exigencias? ¿Por qué particularidades destacan?
Sí. En realidad en algún momento hace varios años se inició el debate sobre si era más conveniente el mono completo o seguir con el traje clásico de dos piezas. En este debate intervinieron el servicio de PRL, el propio Departamento de Prevención y Extinción de Incendios y los usuarios a través del Comité de Seguridad y Salud Laboral. Se valoraron los pros y los contras de cada tipo de equipo y a partir de esas valoraciones se trabajó en el desarrollo de un equipo que aportase las ventajas de cada uno de los sistemas. Se hicieron varios prototipos hasta encontrar un equipo de chaqueta y pantalón con un pequeño peto y tirantes, en el que se incorporaron temas como los refuerzos en negro en las zonas más sensibles al rasgado y a la suciedad, de ajuste y cierre muy fácil en todos los sentidos, y en fin con un bolsillo impermeable para cartera y teléfono situado en una zona de poca transpiración, tejido fresco dentro de lo posible. Estuvimos dos años probando prototipos (se llegó a probar una chaqueta que se cerraba al pantalón mediante una cremallera, por poner un ejemplo), y finalmente se ha conseguido un traje que está dando muy buen resultado. No significa eso que no debamos mejorar aun algunos aspectos, siempre hay terreno para analizar y avanzar.

Este es un ejemplo de colaboración entre fabricantes y usuarios, en la línea de lo que comentaba antes en relación a los vehículos.

¿Qué retos afronta tu servicio en este momento y de cara al futuro?
Los retos son muchos y muy variados. En el plano técnico, tal como te he comentado creo que hay mucho por hacer. Para alguien que ha visto apagar los fuegos a ramazos, y con autobombas de baja, muy precarias, con personal en tejanos y gorra de tela, te aseguro que el avance de los últimos 30 años ha sido gigantesco. Pero no es suficiente.

Creo que otro reto muy importante está en el plano normativo. Y este tema hay que afrontarlo bajo una doble perspectiva: la normalización técnica por un lado, y la normalización administrativa por otro.

La norma técnica, frente a una visión negativa como elemento constrictivo, hay que verla como un elemento positivo que contribuye al desarrollo de elementos seguros. Por supuesto en EPI es fundamental, aunque a veces nos cueste aceptarlo, pero también en todo el equipamiento que interviene en un trabajo como el nuestro. Creo muy firmemente que las normas técnicas deben ser lo suficientemente rígidas como para asegurar resultados operativos óptimos, y los suficientemente adaptativas para ser poder ser usadas por cualquier servicio sean cuales sean sus condiciones de operación.  Hay ejemplos para dar y vender en estos terrenos. Y mucho trabajo por hacer.

El reto en el plano administrativo es la enorme dificultad que supone para técnicos de servicios como el mío poder desarrollar lo mejor, lo más adecuado en colaboración con diseñadores y fabricantes, sin entrar en controversia con la Ley de Contratos, o con los presupuestos disponibles. Es muy difícil afrontar, tal como decía antes, unos Pliegos de Prescripciones Técnicas con ciertos riesgos derivados de ideas novedosas sin entrar en conflicto con la ley. Pero cuando hay que comprar un vehículo o dos, o hay un trabajo de campo previo en el que te sientas con un carrocero y otro y otro, y propones ideas y las valoras económicamente, o te ciñes a sacar un vehículo conservador y asegurarte de que hay publicidad y concurrencia, y que nadie de los que ha presentado oferta ha intervenido en el desarrollo de esas condiciones técnicas (que es lo que la ley propone).  El reto es qué camino elegir, y como afrontarlo dentro del marco de la administración. En EPI podemos hablar de lo mismo. Personalmente siempre he sido del camino de innovar y avanzar.

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