PANTER FORZA
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Para realizar los trabajos más penosos, en los últimos tiempos, ha sido una constante la aparición de robots que desempeñan estas tareas duras y peligrosas. Un reportaje de Manuel Rujas, sargento conductor de los bomberos del Ayuntamiento de Madrid y colaborador en Servicios de Emergencia.

En el mundo de la extinción de incendios, no estamos ajenos a esta realidad y la evolución tecnológica de estas últimas décadas nos ofrece herramientas más que fiables que realizan los trabajos más penosos de nuestra profesión.

Las distintas marcas en la fabricación y diseño de vehículos de bomberos, en colaboración con empresas del mundo de la robótica, se han puesto en marcha para acometer el reto de diseñar y fabricar unidades automatizadas que rindan en los ambientes más duros en los que se mueven los bomberos. Los trabajos que pueden acometer son innumerables. Desde la localización de víctimas y fuegos en el interior de un garaje, ataque directo a fuego en naves industriales, transporte de material y un sinfín de cometidos que, sin duda, irán surgiendo con su uso.

En este artículo ponemos como ejemplo tres robots ya comercializados que destacan por su calidad y tecnología.

EL ELEGANTE WOLF MAGIRUS
Uno de los carroceros más activos en estos nuevos equipos de extinción robotizados es, sin lugar a duda, Magirus. El modelo de la marca italiana se denomina Wolf, y sobre esta plataforma nos presenta dos alternativas, el R1 y el C1. Estos vehículos Wolf ya no son un prototipo, sino un robot totalmente operativo y comercializado que puede realizar funciones de extinción y de rescate al máximo nivel.

En cuanto al R1, Magirus nos presenta un robot con un diseño muy compacto al que se le unen múltiples aplicaciones. Sus dimensiones son de 1250 mm de ancho por 1700 mm de largo. Su peso es de 600 kilos y su masa máxima admisible le lleva a los 900 kilos. Este robot R1 es autónomo y no necesita conexión a corriente eléctrica. Una batería de ion de litio con una capacidad de 8,8 kW/h le da una autonomía de trabajo de unas 8 horas. Su desplazamiento es sobre orugas, movidas por dos motores de 7,5 kW y 1050 Nm de par. Estos propulsan al R1 a una velocidad máxima de 6 km/h. Esta cadena cinemática es capaz de traccionar hasta con 4 toneladas. Además, también incorpora un cabrestante con una capacidad de tracción de 2,4 toneladas. Para la extinción, el Wolf R1 va equipado con una lanza monitora motorizada de 2000 l/min con un alcance de 65 metros y controlada inalámbricamente.

Una característica muy interesante del R1 es su sistema de autoprotección. Si es necesario, una serie de boquillas de pulverización que están integradas en el bastidor son capaces de suministrar 50 l/min a 10 bar. Esto nos garantiza que, si se pone complicada la extinción el R1, este regrese sin daños importantes. En cuanto al equipamiento tecnológico, Magirus dota a su robot de lo último, tanto en el equipo de serie como en el opcional. Desde cámaras de visión directa y rotativas, cámaras térmicas con zoom, luces led de gran potencia, brazo robótico, hasta equipos de detección, etc.

En cuanto al Wolf C1, Magirus, sobre la misma plataforma de orugas que el R1, nos ofrece un robot más enfocado a la logística y el apoyo a la intervención. Esta plataforma también es multipropósito, pudiendo efectuar misiones de carga (transporte de mangueras), montar ventiladores, monitores de agua y un largo etc. de posibilidades que aliviarán al bombero de los trabajos más penosos.
EL POTENTE COLOSSUS

De nuestro vecino al norte de los Pirineos encontramos al fabricante Shark Robotics. Este fabricante francés nos presenta su modelo Colossus, un robot multimisión destinado a las zonas de más riesgo. Este modelo, comercializado en España por Iturri, lleva en el mercado varios años y ya tiene en su historial, tras haber participado en la extinción de la catedral de Notre Dame de París. Como hemos comentado anteriormente, Colossus es un Robot multimisión, lo que nos permite equiparlo con ocho módulos diferentes. Entre estos, destacan el ventilador de gran caudal, la porta camillas, un sistema de narguile de aire y, sin olvidar su función principal, la extinción. Para ello, podemos equipar a Colossus con una lanza monitora de 3000 l/minuto totalmente motorizada y controlada mediante un mando inalámbrico.
Como características técnicas, este robot bombero tiene un peso en vacío de 525 kg. Su capacidad de carga nos sorprende, ya que es capaz de acarrear con su propio peso 500 kg. La suma de ambas nos da su tracción máxima, que es de 1 tonelada. La propulsión de Colossus es sobre orugas. Dos motores eléctricos de 4000 watios cada uno son los encargados de mover con precisión al robot. Su velocidad máxima de desplazamiento se iguala a la de una persona andando, los 7 km/h. Colossus es autónomo, no necesita corriente eléctrica externa. Sus seis baterías de 27 Ah de capacidad nos proporcionan una autonomía de entre 8 y 12 horas. Si es necesario su cambio, en pocos minutos hemos realizado su sustitución.

En cuanto a la parte más tecnológica, Colossus cuenta con sistemas de control a la última. Equipo de cámara de visión directa, cámaras con tecnología térmica y detectores de gases o sustancias peligrosas son alguno de los dispositivos instalados que ayudan al bombero en las zonas más comprometidas.

EL DEMOLEDOR BROKK
Los robots de la marca sueca Brokk llevan en el mercado ya muchos años. Su especialización ha estado más enfocada al sector de la construcción, en el que lleva más de 40 años. Esto da a los robots un extra de resistencia y garantía de producto. A diferencia de los robots diseñados para bomberos, el fabricante sueco Brokk monta sobre su plataforma de demolición una serie de equipamiento adicional que convierte a su robot en un auténtico bombero.

Entre los extras que nos ofrece Brokk, podemos destacar el conjunto de mangueras hidráulicas resistentes a ambientes de alta temperatura. Esta equipación es necesaria si queremos que nuestro robot no colapse durante una intervención. Otro equipamiento que monta Brokk en las unidades destinadas a bomberos es la lanza monitora. El fabricante sueco nos ofrece dos alternativas para su ubicación, la primera sobre el propio chasis del robot. La segunda consiste em montar la lanza monitora directamente sobre su brazo. Atendiendo a la parte tecnológica, lo más destacable son las cámaras angulares de visión directa. Todo este equipamiento va acompañado de un brazo en el que se puede equipar infinidad de implementos (no podemos olvidar que Brokk está especializado en la demolición) como mordazas, herramientas de corte, martillos rompedores, cabrestantes, etc. No hemos nombrado todos, ya que su catálogo de implementos es muy extenso y adaptado a dar soluciones muy específicas.

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