PANTER FORZA
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SAMUR organiza una Jornada sobre Maltrato infantil para analizar los riesgos para niños, niñas y adolescentes durante la pandemia por COVID-19. Una visión desde los servicios de emergencias extrahospitalarios.

SAMUR-PC va a organizar el próximo 12 de noviembre de la VIII Jornada sobre Emergencias e Infancia con el reto de analizar propuestas de mejora ante la crisis por la Covid-19, poniendo el foco en escenarios habituales que afectan a la infancia y adolescencia y que se han visto agudizados durante esta crisis, como el aparente aumento de maltrato, de conductas autolíticas o el uso creciente y precoz de nuevas tecnologías. “Con este evento pretendemos compartir experiencias encaminadas al aprendizaje conjunto de profesionales multidisciplinares: médicos, enfermeros y técnicos de emergencias, personal de urgencias sanitarias, de atención primaria, trabajadores sociales, psiquiatras, psicólogos, cuerpos de seguridad, docentes, juristas, etc. El objetivo final de estos encuentros es la mejora en la detección y atención a las víctimas infantiles y juveniles”, destacan desde la organización.

“Hacemos hincapié en el entorno hostil al que nos enfrentamos los profesionales de los servicios extrahospitalarias y, muy especialmente, los de SAMUR Protección Civil, debido al contexto “de calle” en el que trabajamos, con información y tiempo limitados para la toma de decisiones que pueden tener consecuencias de gran calado para la vida de víctimas muy jóvenes”, apuntan.

Este año ha supuesto un reto sin parangón para la sociedad española en su conjunto y, muy especialmente, para las instituciones sanitarias y sociales. El Gobierno español declaró el estado de alarma el 14 de marzo en respuesta al aumento exponencial de casos de la Covid-19, lo que conllevó como principal medida la imposición de una cuarentena nacional con el objetivo de reducir los contagios. Esta extraordinaria medida llevó aparejado el confinamiento de todos los ciudadanos en sus domicilios, un encierro que se mantuvo durante 3 meses. Niñas y niños menores de 14 años sufrieron especialmente esta situación ya que, a diferencia de los adultos, tuvieron prohibida la salida al exterior hasta finales del mes de abril y muy limitada durante las primeras fases de la “desescalada”. Profesionales especializados en derechos de infancia han cuestionado la gestión de esta situación y las consecuencias en términos sociales y sanitarios están todavía evaluándose. Someter a los niños y niñas vulnerables a un contacto familiar ineludible y prolongado establece las condiciones perfectas para el fracaso en su protección.

Para determinadas familias con problemas de relación y/o económicos acentuados, la obligación de permanecer juntas y confinadas aumenta las posibilidades de abuso y negligencia infantil. La desaparición de relaciones rutinarias con médicos, enfermeros, profesores, trabajadores sociales,... ha provocado la disminución de la detección y toma de medidas de salvaguarda de posibles víctimas. La obligación de permanecer en casa y el temor a la infección han provocado una reducción drástica de la asistencia presencial, tanto de los servicios de emergencia como de otros servicios socio-sanitarios, incluyendo la Atención Primaria. Simultáneamente se ha detectado un aumento de la venta de alcohol, posiblemente para el consumo interno. Todos estos factores conforman la tormenta perfecta para el aumento de riesgos para la infancia y los adolescentes.

El programa de esta edición y anteriores se pueden consultar aquí.

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