PANTER FORZA
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El sector reclama que las autoridades actúen ante la fabricación artesanal de mascarillas como medida de protección de los profesionales. La fabricación doméstica de mascarillas puede generar una sensación falsa de protección. Los equipos de protección individual que se faciliten a los profesionales deben ser siempre equipos seguros que cumplan con los requisitos esenciales de la legislación correspondiente.

Desde que llegó a España la pandemia generada por el COVID-19 y ante la desbordante demanda de equipos de protección individual, EPI, mascarillas principalmente, hemos visto cómo han surgido numerosas iniciativas particulares y solidarias para llevar a cabo la fabricación de mascarillas de manera artesanal, ya sea en domicilios particulares, en talleres de confección o similares. La calidad humana de estas iniciativas es abrumadora, pero, sin embargo, se trata de un gran riesgo debido a que estas no han pasado los controles oportunos para estar calificadas como EPIs, desde ASEPAL han llamado la atención sobre los riesgos que estas prácticas conllevan.

Una mascarilla, ya sea como dispositivo médico o EPI, es una barrera de protección compleja que cumple unos requisitos esenciales que son fundamentales para que la protección ofrecida sea realmente efectiva. Estos requisitos, recogidos en el Reglamento (UE) 2016/425 para los EPI y/ o Directiva 93/42/CEE, Reglamento (UE) 2017/745 para los dispositivos médicos, respectivamente, deben cumplirse siempre y en todo momento, ya que si no los equipos facilitados realmente no estarían ofreciendo la protección adecuada.

Las mascarillas producidas de manera artesanal están utilizando materiales que no han pasado los correspondientes procedimientos de aseguramiento de la conformidad y en muchos casos, vemos que dichos materiales no pasarían los estándares correspondientes. Por lo tanto, este tipo de mascarillas en ningún caso se deberían facilitar a los profesionales, especialmente los de la salud, ni a los consumidores como medida de protección ya que pueden crear una falsa sensación de protección. Es fundamental que las mascarillas que se facilitan sean seguras, y esto implica que el fabricante se asegure de que cumplen con los requisitos esenciales de la legislación aplicable. El problema en este caso es que no todo el mundo tiene los medios para garantizar este hecho. Hay industrias que están adaptando sus procesos productivos para la fabricación de equipos de protección. Es imprescindible que sigan las normas técnicas y sus especificaciones, así como lleven a cabo el proceso correspondiente con los organismos notificados para verificar que la protección ofrecida es eficaz frente a este riesgo.

Hay que llamar la atención sobre los procesos de lavado y reutilización de este tipo de mascarillas que también están proliferando. La contaminación cruzada que se puede producir en este proceso puede contribuir a la propagación del virus en lugar de eliminarlo en el proceso de limpieza. Además, cualquier procedimiento de limpieza o reutilización debe estar autorizado expresamente por el fabricante del producto, ya que una limpieza no autorizada, puede tener efectos graves sobre las prestaciones de protección del producto; del mismo modo, una reutilización más allá de la vida del producto prevista por el fabricante no ofrece ningún tipo de seguridad acerca de si el producto seguirá siendo seguro o no.

Por lo tanto, desde ASEPAL han querido hacer un llamamiento a las autoridades para que comuniquen de manera eficaz que este tipo de mascarillas no ofrecen la protección adecuada a los trabajadores y que en el que caso de que se estén utilizando sean reemplazadas lo más rápido posible por los equipos de protección correspondientes. “Somos conscientes de la alta de demanda de equipos de protección y las medidas desesperadas que algunos profesiones de la salud están llevando a cabo para protegerse, pero si esas medidas no son seguras, el efecto conseguido puede ser, lamentablemente, el contrario”, explican desde ASEPAL.

Las empresas fabricantes/importadores y distribuidores de equipos de protección individual están realizando un trabajo ingente para poder abastecer tanto al sector sanitario como al resto de sectores cruciales también en estos momentos (industria alimentaria, cuerpos y fuerzas de seguridad, limpieza e higiene, etc.) de los equipos de protección individual tan necesarios también. Para ello, están poniendo toda su maquinaria productiva y logística al máximo de rendimiento, ya que lo que buscan es garantizar que el abastecimiento sea constante a lo largo de todo este periodo frente a donaciones puntuales. “La profesionalidad de las empresas de ASEPAL permite atender la demanda lo más rápido posible y abastecer en todo momento equipos de protección individual que sean seguros”,  comentan desde la asociación.

Las autoridades están facilitando la utilización de otras especificaciones técnicas (americana o china) que agilicen el abastecimiento de mascarillas autofiltrantes, tanto para el personal sanitario, como a otros sectores, pero siempre articulando procedimientos para que la seguridad del usuario de las mascarillas esté asegurada. “Queremos alertar de la aparición de certificados y documentación poco veraz por agentes económicos que tratan de aprovecharse de la situación de una manera oportunista. Por ello, nuestro compromiso y el de las empresas asociadas es mucho más firme en estos momentos en el abastecimiento de EPI seguro y siempre cumpliendo con la legislación vigente”, finalizan.

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