Este encuentro tiene como propósito contribuir a avanzar en el tratamiento de este grave problema desde diferentes perspectivas, buscando una mayor implicación de los profesionales e instituciones en la prevención, detección y atención a las víctimas infantiles y juveniles.

SAMUR-Protección Civil, organismo del área de Salud, Seguridad y Emergencias, llevo a cabo el pasado 19 de noviembre la VI Jornada de detección y atención al maltrato infantil desde emergencias sanitarias. En la sesión inaugural participaron el delegado de Salud, Seguridad y Emergencias, Javier Barbero, y la subdirectora de SAMUR-Protección Civil, Isabel Casado.

Este encuentro tiene como propósito contribuir a avanzar en el tratamiento de este grave problema desde diferentes perspectivas, buscando una mayor implicación de los profesionales e instituciones en la prevención, detección y atención a las víctimas infantiles y juveniles. 

La jornada se enmarca en la conmemoración del Día Mundial para la Prevención del Abuso Infantil, estrategia iniciada en el año 2000 durante la Cumbre Mundial de Mujeres (WWSF), en sinergia con el Día Internacional de los Derechos del Niño que se celebra el próximo martes 20 de noviembre.

Datos preocupantes
Las víctimas de maltrato, y muy especialmente las de abuso sexual, son extremadamente vulnerables ya que las secuelas físicas y psicológicas que sufren son duraderas y muy graves. Según datos de una ONG que trabaja por los derechos de la infancia, se estima que entre el 20 y el 30% de la población adulta ha sufrido abusos, la mayoría provenientes de adultos de su entorno más cercano y que tan solo se llegan a conocer 3 de cada 10 casos. Además, de las escasas denuncias que se realizan, únicamente el 30% acaban en sentencia.

Desde la organización de la jornada se señala: “El maltrato antes de la edad adulta puede presentarse de muy diversas formas, y es un tema que hemos ido abordando a lo largo de años anteriores. Actualmente además existe una gran preocupación por el aumento de menores víctimas de la violencia de género, bien como víctimas secundarias a la violencia contra sus madres, bien como víctimas directas de violencia de género, problema socio-sanitario que no es detectado en un primer momento ni por los profesionales ni por su entorno. Cuando los profesionales nos encontramos con estas formas de violencia, frecuentemente han alcanzado sus cotas más elevadas”.

Acoso escolar
En la jornada también se abordó cuestiones relacionadas con el acoso escolar. Los centros educativos son supuestos lugares de protección para los niños y niñas y, sin embargo, pueden llegar a convertirse en escenarios de crueldad inusitada hacia las víctimas, que de nuevo callan y sufren en silencio a la vista de sus iguales y de sus profesores.

Desde SAMUR-Protección Civil señalaron, “nos enfrentamos a todos estos problemas en su momento más álgido y cruel, cuando la situación desborda al menor y a su entorno, mostrando conductas que ponen en riesgo su vida: autolesiones, intentos de suicidio, abuso de alcohol y drogas, etc. Por ello es esencial reflexionar acerca de cómo afrontamos situaciones tan graves y, desgraciadamente, tan comunes”.

Por ello, desde la organización de la jornada se apunta que tanto organizadores, como ponentes y las personas asistentes a la misma deben “difundir y poner en práctica lo que se aprenda, porque en cada uno de estos encuentros adquirimos las ‘gafas de detección del maltrato infantil’, unas lentes de aumento que nos posibilitarán acometer nuestro trabajo con una mayor responsabilidad hacia la infancia”.

Graves problemas en la detección y trato del maltrato infantil en niños
Durante la intervención de la ponencia ‘¿Por qué no creemos a los niños?’ de Raquel Raposo Ojeda, Psicóloga experta en la evaluación de la credibilidad del testimonio en niños y adolescentes víctimas de violencia sexual, dio a conocer un video que resumía muy bien los graves problemas que existen en la actuación y detección del maltrato infantil y que durante la jornada se trataron en numerosas ocasiones. Repetición innecesaria del relato del menor, participación masiva de intervinientes en la exploración, contaminación de las pruebas,… una denotación de la falta de protocolo existente y que es tan necesaria.