PANTER FORZA
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Los siniestros en los que es necesario realizar un rescate en altura, no dejan de ser un quebradero de cabeza para los servicios de extinción de incendios.

Los siniestros en los que es necesario realizar un rescate en altura, no dejan de ser un quebradero de cabeza para los servicios de extinción de incendios. La existencia de mobiliario urbano y arbolado en las ciudades, dificultan el desarrollo de esta complicada maniobra. El acierto en el tren de ataque enviado hará que nuestra intervención se desarrolle satisfactoriamente.

A la hora de escoger el modelo de vehículo más conveniente para nuestro servicio, nos asalta mil dudas al respecto. Además, el precio de estos vehículos es muy elevado. Esto nos exige realizar un estudio previo, para no errar en el modelo seleccionado para nuestro servicio. Hay que pensar que estos vehículos van a estar presentes en nuestra flota en el mejor de los escenarios, como mínimo entre 12 y 15 años.

Actualmente existen dos modelos de vehículos para este tipo de intervención, las escaleras (AEA) y los brazos articulados (ABE). Los fabricantes de este tipo de plataformas aéreas, por lo general, ofrecen ambas en sus catálogos de producto. Aunque hay excepciones en la que algunos fabricantes se especializan exclusivamente en una de ellas.     
                               
No faltan marcas que comercialicen ambos modelos de vehículos de rescate en altura.  Las marcas más conocidas en este sector a nivel europeo son: Rosenbauer, Magirus, VEMA, GIMAEX y Bronto Skylift. Esta última está especializada en plataformas aéreas y ostenta el récord mundial de altura de salvamento con 112 metros.        
                                                                                                           
Los vehículos AEA y ABE tienen una serie de características comunes. Pero en cuanto a prestaciones a la hora de trabajar con ellos los ABE marcan la diferencia con las autoescaleras por sus excelentes capacidades. Estas capacidades juegan a su favor o en su contra dependiendo de la clase de intervención en la que seamos solicitados.

LA OPERATIVIDAD
El tamaño sí importa, esta típica frase referida a los vehículos de rescate en altura la hace realista. Cuanta mayor altura de rescate necesitemos en nuestro servicio, tenemos que tener en cuenta, que el camión aumentará de tamaño y masa para ambos modelos de vehículos. Si nos movemos en alturas de 50 metros, necesitaremos como mínimo un chasis de 26 t y tres ejes. Para el siguiente escalón de altura, pongamos como ejemplo 60 metros, pasaremos a necesitar cuatro ejes para una masa máxima de 32 t. Como vemos estos vehículos son de un tamaño y masa importantes. Esto nos imposibilita su uso en zonas de difícil acceso.
Otra de las cualidades que se buscan en estos vehículos es la rapidez y la facilidad en su emplazamiento. Aquí no hay duda, las autoescaleras son más rápidas. Sus sistemas hidráulicos de posicionamiento de apoyos y de despliegue de su escalera son más rápidos. Pero siempre comparando vehículos con un rango de trabajo semejante y con una altura de trabajo por debajo de los 50 metros.

En cuanto a la altura de rescate y alcance, los fabricantes están mejorando constantemente estas características. Si buscamos altura máxima, los reyes en este apartado son los autobrazos. Entre los fabricantes se lleva la palma Bronto Skylift, que como hemos comentado antes, su altura máxima de rescate es de 112 metros. Este dato de altura, da vértigo solo al escucharlo. Su competidor más cercano es Rosenbauer que con 90 metros no se queda muy a la zaga. En las autoescaleras actualmente la altura que nos están ofreciendo es de más de 60 metros, algo impensable para este tipo de vehículos hace años. El fabricante que más altura nos ofrece actualmente es Magirus, que con su modelo M68L alcanza una altura máxima de trabajo de 68 metros. Le sigue Rosenbauer con su modelo L-64 y altura máxima de trabajo de 64 metros.

Para los alcances laterales los autobrazos también mejoran a las autoescaleras. Estos vehículos son capaces de posicionarnos a 30 metros con una persona en la cesta de salvamento, algo que para las autoescaleras es imposible, a no ser que la utilicemos exclusivamente como puente.

LA CESTA DE SALVAMENTO
Una de las partes principales para el rescate son las cestas de salvamento. Actualmente ambos modelos las llevan incorporadas. La gran diferencia entre ellas es su capacidad. Mientras que en los autobrazos extensibles los bomberos disponen de más de tres metros cuadrados de superficie de trabajo, en la cesta en una autoescalera esta superficie se limita a un metro cuadrado como máximo.  En cuanto a su carga máxima admisible, las cestas de los autobrazos extensibles tienen la capacidad de portar hasta 500 kilos. En esto también superan a las autoescaleras que como término medio se quedan en 290 kilos. Como podemos apreciar en cuanto a la cesta de salvamento teniendo en cuenta su superficie y su capacidad de carga, los autobrazos extensibles superan con creces a las autoescaleras.

Otra característica que hay que tener en cuenta y que no se puede pasar por alto, es su capacidad en los rescates. Como hemos dicho anteriormente las autoescaleras son más rápidas, pero se ven mermadas en su capacidad de carga en su cesta de salvamento. Si el rescate que hemos de realizar es de una persona, la autoescalera sin duda seria nuestra mejor apuesta. Pero la cosa cambia si en el rescate están implicados más personas, aquí los autobrazos extensibles son capaces de rescatar de una vez a un mayor número de personas. Por lo cual en este apartado la balanza hacia uno u otro depende del número de personas a rescatar, inclinándose a favor del autobrazo cuando su número es mayor de dos. Si el rescate se trata de una persona impedida, el formato de cesta de salvamento en los autobrazos también es más práctico. La mayor superficie disponible en estas cestas de salvamento nos da la posibilidad de acomodar mejor a estas personas impedidas mejorando notablemente su rescate.

EN EXTINCIÓN                         

Estos vehículos no solo realizan funciones de rescate, también desempeñan una gran labor en el ataque a fuego desde punta de escala o cesta en incendios de naves industriales o fuegos en los que por su envergadura es necesaria una gran cantidad de agua. Para esta otra función, ambos vehículos vienen equipados con monitores. Eso sí, aquí los autobrazos vienen mejor dotados para esta misión que las autoescaleras. Disponer de una columna seca al instante es algo que nos ofrecen solamente los autobrazos. En las autoescaleras esto solo está disponible en el último tramo del paquete de escalera por lo que el resto de la instalación hay que ejecutarla con mangueras, con la problemática y tiempo que ello conlleva. Otra ventaja que nos proporciona los autobrazos es la capacidad de utilizar su propia bomba impulsora conectándole a un aljibe y así evitar tener que utilizar más recursos. Además, las potentes bombas que se montan en estos vehículos nos dan unos caudales en lanza de 3.500 litros minuto. En este apartado las autoescaleras se quedan muy por debajo ya que su equipo monitor no suelen superar los 1.500 litros minuto además de necesitar un vehículo que haga las funciones de bomba impulsora.

Por último, la aparición en escena de las nuevas autoescaleras articuladas y con posibilidad de telescopar en su brazo articulado, complican aún más nuestra elección. Estas nuevas autoescaleras cubren el hueco existente entre los AEA y los ABA, pero sin llegar a ofrecernos las capacidades que nos ofrecen los ABA. Las alturas que nos ofrecen los fabricantes para este tipo de autoescaleras articuladas, actualmente no sobrepasa los 42 metros de altura. A partir de esa altura si queremos una plataforma articulada, nos queda solamente la opción de los autobrazos articulados. 

Resumiendo, después de esta cantidad de datos, nos seguimos haciendo la misma pregunta, ¿cuál es la mejor opción para un servicio de extinción de incendios? la respuesta es compleja, como ya hemos comentado. Lo más favorable es disponer de ambos modelos dentro de nuestra flota, y así poder hacer frente a la intervención que se nos presente de una manera eficiente con el vehículo más apropiado.

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