PANTER FORZA
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Un equipo del Instituto de Tecnología de Rochester crea un nuevo protocolo de red que ayuda a los gestores de emergencias a lograr una comunicación online más rápida y fiable.

En un desastre un retraso puede significar la diferencia entre la vida y la muerte. Los que responden a las emergencias no tienen tiempo que perder en atascos de tráfico, ni siquiera en la congestionada 'supercarretera' de la información. Es por eso que un equipo de investigadores del Instituto de Tecnología de Rochester (RIT) está desarrollando una manera más rápida y confiable de enviar y recibir grandes cantidades de datos a través de Internet. Mediante la creación de un nuevo protocolo de red, denominado protocolo de enrutamiento de etiquetas Multi Node, los investigadores están desarrollando esencialmente un nuevo carril de alta velocidad de tráfico en línea, específicamente para información de emergencia.

El proyecto, financiado por una subvención de la National Science Foundation and US Ignite, tiene como objetivo mejorar el flujo de información entre los equipos de emergencia en el lugar del incidente y los encargados de tomar decisiones en los centros de gestión de las emergencias.

"Compartir datos por Internet durante una emergencia es como intentar conducir un jet por la calle en hora punta", explica Jennifer Schneider, co-investigadora principal del proyecto. Gran parte de la información crítica es demasiado grande, y los datos muy pesados para los canales existentes en Internet. Así se constató en desastres recientes, incluyendo los huracanes Irene y Sandy, ya que quienes respondieron a las emergencias se encontraron con problemas para compartir con rapidez información crítica. Ante esta situación, un grupo de estudiantes del RIT trabajaron con profesionales de las emergencias para recolectar datos y crear escenarios que apoyen la investigación de este problema en el mundo real.

Por ejemplo, ante una inundación los servicios de emergencia pueden necesitar compartir imágenes de cartografía LIDAR, solicitudes al 911 y operativas, datos de localización, chats de video, grabaciones de voz y otras comunicaciones. Cuando esa información tiene que competir con los civiles que tuitean sobre el desastre y envían mensajes a sus seres queridos, la red se encuentra con más de lo que puede manejar.

"Es normal que los enlaces y los routers fallen, ya medida que la topografía de la red cambia, los paquetes se pueden retrasar, ser redireccionados o perderse, agregó Nirmala Shenoy, investigadora principal del proyecto. "Esta falta de fiabilidad y el retraso en la información pueden causar la pérdida de datos importantes en las imágenes LIDAR y otras informaciones".

Para resolver este problema, Shenoy, junto con la co-investigadora principal Erik Golen y un equipo de cinco estudiantes graduados, crearon un protocolo de enrutamiento de etiquetas de multi-nodos (MNLR). Está diseñado con un mecanismo inmediato de conmutación por error, lo que significa que si un enlace o nodo falla, se utiliza una ruta alternativa de inmediato. El nuevo protocolo se ejecuta por debajo de los protocolos de Internet existentes, permitiendo que el tráfico normal de Internet se produzca sin interrupciones.

"El nuevo protocolo es de muy baja complejidad en comparación con los actuales protocolos de enrutamiento, incluyendo BGP y OSPF", explicó Shenoy. "Esto es así porque las etiquetas y los protocolos aprovechan la relación de conectividad que existe entre los routers, que ya se asientan en una bonita estructura."

El sistema fue puesto a prueba este mes en una situación simulada, transfiriendo datos a través de los protocolos BGP y MNLR. Mientras que BGP tardó unos 150 segundos en recuperarse de un fallo en el enlace, MNLR se recuperó en menos de 30 segundos. Las métricas de recuperación mostraron que el nuevo protocolo MNLR transfirió información de forma más rápida y fiable que los protocolos existentes en caso de fallos de red y cambios de topología.

Tal como explicó Shenoy, el problema con los protocolos existentes se encuentra en que fueron inventados décadas atrás, no para los escenarios de red que se experimentan hoy en día. Eso hace que BGP y OSPF no sean de fiar, lo que se manifiesta cuando falla un enlace. "Si recibes un correo electrónico cinco minutos tarde eso es aceptable -señaló-, pero en una situación de emergencia el impacto implícito en estos problemas de red sale a la luz".

El equipo continúa desarrollando y mejorando el protocolo MNLR, y en el futuro planea probarlo e implementarlo en situaciones de emergencia.

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